lunes, 9 de marzo de 2009

Despierta (parte I)

Escrito a la luz de las velas. Los cortes de luz son productivos...

Despierta, despierta. ¿Realidad o fantasía? ¿Cuál es el hilo que separa a nuestros sueños de nuestras pesadillas?

La lluvia caía rauda en la ciudad. Sólo un alma las recorría, sigilosa como fantasma, veloz como un animal. Ella corría sin saber por qué, sin saber hacia dónde ir. Lo único que sentía era una corazonada en su pecho, ella debía ir hacia algún lugar de la ciudad.

Intentó apresurar la marcha. De repente, un fuerte dolor en la planta del pie la hizo detenerse y sacar la mirada del frente. Sin querer, había pisado una piedra puntiaguda que le había generado una herida demasiado grande en el pie. La sangre fluía, pero extrañamente, ella no sentía dolor alguno. Más grande fue su sorpresa al caer en la cuenta de que estaba descalza y de que había corrido mucho más de lo que se creía capaz, sin agotar aún sus fuerzas.

Así, indecisa, se atrevió a fijarse en su entorno. Ya no estaba en aquel apacible barrio de calles cortas y de entonada familiaridad. Siendo sincera consigo misma, no tenía idea de dónde estaba. Un escalofrío recorrió su espina dorsal, como una gota de helado sudor, al pensar en el extraño parecido de las ventanas y puertas de aquellos edificios prácticamente en ruinas, con ojos terroríficos, vacíos, apuntando a la nada y observando todo con recelo, pero al mismo tiempo generando una pegajosa atracción.

Por unos instantes estuvo observando el vacío de esa mirada, cuando lo sintió. Se sintió observada, vigilada, incluso indefensa ante tanta soledad. Despacio, se dio vuelta esperando ver al que la perseguía. Nada. Sólo un arbusto, el viento alborotando las ramas de un árbol cercano y la lluvia, siempre presente. Pero allí, no había nadie. Simplemente estaban ella y la soledad de esa fría y lluviosa noche de otoño.

“Sofi, te estas volviendo paranoica”, pensó mientras una fugaz sonrisa ingenua cruzaba su rostro. Un sobresalto la hizo volver a esa realidad. Ya había perdido demasiado tiempo como para ponerse a investigar que podía haber en el interior de esas casas en ruinas, o quién o qué sería lo que la perseguía. Ella debía continuar, seguir siempre adelante. Intentar llegar al lugar al que se dirigía.

Se dio vuelta despacio, dispuesta a seguir persiguiendo ese llamado, enfilándose hacia la dirección que su instinto le indicaba. Ya sin temor, dio un paso firme, seguro. Dio un paso que quedaría en el vacío, que nunca tocaría el suelo. Sus ojos se abrieron de par en par, y el temor anterior la invadió completamente. Alcanzó a lanzar un grito ahogado al sentir como su pie pisaba el vacío, y ver como la oscuridad la cubría hasta ahogarla.

Continuará...


Julio 2007

2 comentarios:

  1. ¿Puedo decirlo? ¿Puedo? Ahh, pero a quién quiero engañar, puedo y por consiguiente lo hago.

    ¡Qué teriántropo que me sabió ésto! Hmmm, que delicia, querida, es tan, tan lo que me gusta a mi; y tan ajeno, y tan personal...disfruté cada imagen.


    Y lo hiciste en la oscuridad.

    Basta, me voy antes de decir alguna barbaridad.



    Beso!







    Lobo.

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  2. Ah, los dibujos los hago yo -___-





    Lobo.
    [chau me fui a dormir]

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