sábado, 28 de marzo de 2009

Estreno

Año nuevo, etapa nueva. Un lavado general de cara.

Adiós secundario, hola al largo y arduo camino para terminar con mi título de doctora en la mano. Empiezan las trasnochadas, los apuros, estudiar, los insultos, el café (oh... café...) y tantas cosas más que se materializan el primer dia en que nos encontramos ante el edificio de la facultad con cara de no-se-que-hago-acá.

Se. Hoy fue un día de estreno. Estreno de zapatos y remera. Estreno de cuadernos, calculadora, agenda, birome... Estreno, simplemente un estreno.

Llegué tarde (para variar). Subiendo a los pedos los escalones del pabellón de exactas, mi mamá gritando, emocionada. Y sacando fotos...

Llego al atrio central. El número de aula había volado de mi mente. Y no. No lo había anotado. Un pibe, también nuevo, me dice 211. No tenía idea, pero voy con él. Al menos era química y era el pabellón correcto. Subo, y veo un número. Era ese! Me asomo al aula. Llena. Busco un lugarcito al fondo, entro apretujada entre la gente y respiro. Torpe, tarde, ¿qué hacía ahí? Me sentía más fuera de lugar que un pingüino en el caribe.

Llega la profesora y empieza la clase. Tiro la cartuchera. Digo dos o tres burradas en un intento de refrescar algo de lo que se supone se del secundario... se supone.

Break! Me acerco a dos chicos, sentados al lado mío. Simpáticos. Para este momento ya tenía más o menos etiquetados algunos rostros. La chica rubia, coqueta... El rollinga, el fachero, el que se las sabía todas...

Con mis dos nuevos compañeros de estudio cambiamos de pabellón. Nos pasean por media universidad hasta dar con matemática. Tarde. Tarde, tardísimo. Delante de ciento y pico de personas el "no encontrabamos el aula" sonó gracioso. Pero bueno, somos primerizos.

Tres horas de limación más tarde, salimos. Pasamos e-mails y voy corriendo a tomar el tren. Me bajo corriendo en mi estación, directo a danza. Me cambio. Cuatro horas más tarde, mis piernas eran gelatina.

No se exactamente como se siente que te den una paliza. Pero lo de hoy, fue lo más cercano.

(Y como buena masoquista, hoy a la noche, salgo.)

4 comentarios:

  1. Valiente al salir!

    Mis días son así hace 4 años, corriendo trenes, subtes , colectivos, llegando tarde y transpirado a clases. Termino la semana estropeado y los fines de semana son pura y exclusivamente para recuperarme y jugar a la pelota.

    Gracias por lo del cepillo de dientes!!

    Beso Gaby

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  2. Yo soy igual..
    Vivo a las corridas entre la facu, el laburo; más lo que tengo que leer y responsibilidades cotidianas pero hace dos semanas fue el PRIMER sábado que me quede en casa.

    Soy una salidora empedernida.

    Pero, si no lo hago ahora que me da la libertad y el cuerpo; cuando lo voy a hacer?
    Beso Gabyy !

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  3. ¿Doctorado en qué?

    Bienvenida al mundo universitario, querida. Póngase usted cómoda y por favor, no nos deje sin sus relatos.

    Muchos besos.





    Lobo.

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  4. Fran: si, la verdad que la salida del sábado a la noche fue una Odisea. Ya saldrá una crónica...
    Yo ahora estoy cayendo en que la vida de un universitario consiste en no tener vida... u.u Pero bueno, buena cara! Y no agradezcas lo del cepillo, si llego a encontrar la parte ampliada te la mando tb ^^ Besotes!

    Isadora: Jeje, y eso que yo empiezo el laburo a mitad de Abril... Jaja. Si, a mi me gusta salir. No se si a bailar, pero, ver gente, despejarme, aunque sea juntarme a ver una peli con mis amigas. Un ALGO, digamos xDD
    Jaja, tenés razón! Si no lo hacemos ahora, ¿cuándo? Gracias por pasarte!

    Lobo: Doctora en medicina =D Sería médica el título base pero quiero hacer el doctorado... ^^ Ya me ajusté el cinturón, espero poder pasar el año sin chocarme demaciado xD Y claro que seguiré escribiendo! Prontamente se vendrá otro cuentito de los que te gustan, jeje. Besotes =)

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